Erase una vez... mi blog


Porque al escribir nacen a la vida sensaciones y sentimientos que la voz no puede siquiera imaginar.

2 nov 2010

El espejo

Te mira desde el otro lado del espejo, cada mañana. Fija en tí su mirada y tú te sientes perdido, hundido en esos ojos que son tuyos.
Al final, a fuerza de ver día tras día esa cara, acabas por considerar como tu amigo a ese personaje. Y le cuentas tus penas y alegrías, tus más íntimos pensamientos y tus deseos más oscuros. Pero él nunca te cuenta nada.
Lloras ante él y, en su presencia, ríes. A él te confiesas y en él confías. Pero él nunca se ha sincerado contigo.
Y llega el momento en que te preguntas si en verdad ese reflejo es tu amigo, si de veras puedes confiar en él. Tal vez te traicione, al fin y al cabo, ¿qué sabes tú de él? Nada, no sabes nada.
Pero al día siguiente está ahí de nuevo, dispuesto una vez más a verte y oírte, a escuchar tus pensamientos más recónditos. Y tú de nuevo te sinceras, sin atreverte a confesarle que dudaste de él. Vuelves a él porque ese reflejo eres tú. Tal vez, porque ese reflejo sea, en el fondo, lo más parecido a un alma que has encontrado. Y porque, aún rodeado de gente, es el único que en verdad te conoce.

30 oct 2010

Sant Jordi - Relato

Hubo un tiempo en que existieron los héroes. No los de los cuentos infantiles, sino los reales. Y existían porque había ideales que mantener, que defender, por los que luchar y, si llegaba el caso, morir. Y entonces pasaban a convertirse en leyendas.

Hubo un tiempo en que existieron los dragones. No los de los cuentos infantiles, sino los reales. Y existían porque había quienes creían en ellos, y temían con ellos. Y necesitaban a los héroes, para defenderles de tales seres.

Si, hubo un tiempo para todos ellos. Pero ese tiempo estaba acabando, y ya los héroes habían quedado reducidos a tan sólo uno de ellos. Y también los dragones, antaño amos de los aires y las grutas, se veían reflejados en un único ejemplar.

Y aquí comienza nuestra historia, una historia donde el último héroe y el último de los dragones se van a enfrentar a muerte. Sin saber el héroe que la muerte del dragón es la suya propia, pues ya nadie le precisará. Sin saber el dragón que la muerte del héroe es la suya misma, pues ya nadie podrá competir con él.

Y llega la mañana del último día. Para uno de ellos será el fin. Para el otro, aunque él no lo sepa, también. Se encuentran en un claro del bosque, allí donde no alcanzan a escuchar sino el sonido de su propia respiración, ajenos a todo lo que no sea la presencia de su enemigo. Y comienza la lucha.

Es una lucha que parece no tener fin. Las fuerzas de ambos contrincantes son enormes, fruto de años de adiestramiento. Y sus ganas de vencer al otro se encuentran incrustadas en lo más profundo de sus seres, de sus conciencias.

Luchan desde el amanecer hasta el ocaso, ajenos a todo lo que no sean los movimientos de su enemigo. No piensa el héroe en la princesa que le espera en el castillo, porque su ilusión no está en volver a verla, sino en ser el vencedor del último de los dragones. Y el dragón no piensa en sus congéneres abatidos por otros héroes, tan solo en el próximo movimiento.

Las estrellas sugen en el cielo para ver la cruenta batalla. Pero no tienen alma, y por ello son incapaces de sufrir con el espectáculo. Al final, con la llegada de un nuevo amanecer, el caballero alcanza con un último y certero estoque el corazón del dragón. Pero al mismo tiempo éste, viendo un minúsculo espacio libre de protección en la armadura del héroe, le atraviesa con uno de sus envenenados espolones.

Caen al suelo heridos de muerte ambos, bestia y hombre. Por un momento se miran cada uno en los ojos de su contrario, tan solo para verse reflejados y comprender, con un estremecimiento final, que ambos son uno. Que no podían haber existido uno sin el otro y que, por ese mismo motivo, deben finalizar juntos su existencia.

Al atardecer una pareja de pastorcillos que pasaba por el calvero encontró, unidos en un último abrazo, los cuerpos de ambos enemigos. Una lágrima cayó por sus mejillas, entristecidos por el final de la historia que había acontecido sin ellos saberlo. Y también sin saber por qué, llevados por un impulso, depositaron en cada uno de los pechos un pequeño beso. Adiós al héroe. Adiós al mito. Unidos de la mano siguieron su camino al pueblo, sabiendo que ya nada sería como antes. Porque ya no tenían nadie para defenderles. Porque ya no tenían nadie a quien temer.

5 jul 2010

27 de Junio. Cumpleaños

Llevaba días recorriendo aquellas carreteras a lomos de su máquina negra y cromada. Ya los kilómetros empezaban a pasar factura a su cuerpo, acostumbrado a mil batallas. Su mente se centraba en la carretera, si bien un algo en su interior pugnaba por revivir acontecimientos pasados en los que la felicidad le había embargado.

Pasan los kilómetros. Pasan los minutos. Ya se aproximan las horas de la noche, tras el crepúsculo tardío. Las sombras les confunden, a su oscura montura y a él con sus negras ropas. Y justo antes de caer definitivamente el sol tras las lejanas cimas, la encuentra al lado de la carretera. Para a su lado. Le sonríe, y ella le responde.

-"¿Llego tarde?, pregunta él.
-"No importa, te esperaba", responde ella.

Le ofrece un puesto en su sillín y de la nada ella saca un casco oscuro, perfecto para esa moto y ese motorista.

Y juntos avanzan buscando su destino común.

Para Mónica (nuestra Mónica 1), que espero sepa "perdonar" mi tardanza. Un beso.

3 jul 2010

3 de Julio. Cumpleaños

Intenta encontrar palabras, pero éstas se niegan a acudir a su pensamiento. Ha buscado por todos los rincones de su memoria aquellos fragmentos de momentos que le permitirían hilvanar una historia, pero la historia se encarniza en su batalla por seguir siendo una desconocida.

Parece que todos sus esfuerzos son inútiles. Tal vez haya perdido su capacidad de narrar y crear. Pero lo sigue intentando.

Espera, ¿qué es eso? Parece una idea. Si, una idea que va tomando cuerpo y poco a poco se va instalando en su mente, haciéndose un hueco entre otras tantas que pueblan su universo particular de recuerdos, ilusiones, promesas (unas cumplidas, otras -las más- pendientes).

La idea es simple, la frase no muy ingeniosa. Pero en el fondo piensa que lo importante no es tanto lo que se dice sino el sentimiento en lo que dice. Y por eso escribe un FELICIDADES. Y pone en esa única palabra sus mejores deseos.

Felicidades, Sandra, en tu 35 cumpleaños. Un abrazo y un besazo desde este instante y hasta que tú quieras mantenerlos.

17 may 2010

El Pelli

Estaba en la oficina cuando ha sonado el móvil. Ver el nombre de Jaime y esperar la peor de las noticias fué todo uno. Me decía que el Pelli había muerto esta mañana.

¿Quién era el Pelli? Gumersindo Pellitero Santos. Para todos quienes tuvieron la suerte de conocerle y ser sus discípulos, "el Pelli". Y yo me considero uno de esos afortunados.

Desde mis casi 49 años miro hacia atrás y me encuentro con su figura, hace ya más de 35 años (Dios mío, cómo pasa el tiempo), intentando enseñarnos no tan sólo la cultura de los libros, sino también la de las personas, la de las ideas. Durante muchos años fué nuestro profesor. Historia, geografía, filosofía, latín, griego... pero sobre todo literatura.

Me enseñó (y aunque hable en primera persona supongo que esto mismo se puede aplicar a muchos otros de sus innumerables alumnos) a leer entendiendo lo que leía. A pensar y ser autónomo en mis ideas. A ver en las frases escritas u oídas algo más que las meras palabras.

Me enseñó que ser puede ser duro por fuera pero blando, muy blando por dentro. Me enseñó, junto con mis padres, que lo importante es ser buena persona.

No puedo sino acordarme hoy de las comidas en verano en su torre de Collbató, con Ana su mujer (de veras que lo siento, Ana), otra de las mejores personas que he conocido, y que ha tenido el enorme privilegio de compartir una vida con él. Allí nos reuníamos una parte de sus ex-alumnos del Colegio Sant Jordi para hablar, como siempre en estas ocasiones, de tiempos pasados y anécdotas. En estas visitas conoció a nuestros hijos. En esas visitas siempre nos reimos juntos.

Y cómo no recordar el día que, camino de Somiedo, paramos en su pueblo toda la familia para pasar un rato a su lado, y de Ana.

Y hoy me dicen que ya no está. ¿No está? Estará en todas las páginas que lea, en todos mis recuerdos de adolescencia. Porque cuando se habla del colegio Sant Jordi (ya no existe, ahora son bloques de pisos) se le identifica con el Pelli. Y porque identificamos nuestra poca o mucha cultura con su persona.

Y esta tarde iré al velatorio. Lloraré como ya he llorado varias veces este día. Acompañaré a Ana, a sus hijos Silvia y Carlos. Y como ellos quedaré algo más huérfano.

Descansa en paz, Gumersindo Pellitero Santos, Pelli. Vivirás en mis recuerdos y en el de tantos otros, y en tanto esto suceda serás eterno.

Gracias por todo lo que me enseñaste, profe. Seguro que allá donde vas seguirás enseñando a ser grandes personas.

26 mar 2010

27 de Marzo - Relato

De nuevo se ha despertado con el trino de los pájaros en sus oídos. Se despereza y abre los ojos para contemplar la enorme habitación en que se halla. Revisa todos los rincones, y sonriendo certifica que todo está en su sitio.

Al poco entra su doncella principal, que tras una larga reverencia la ayuda a lavarse, vestirse, peinarse... en fin, a todo aquello que una princesa de alta cuna no puede permitirse hacer por sí misma. Claro, es una princesa. ¿Cuál de ellas? Puedes escoger entre cualquiera de las que hayas oído hablar alguna vez. Y de la suma de todas ellas surgiría ésta, la más perfecta que hubiera existido.

Tras vestirse y acicalarse para el caballero que tal vez esté en camino hacia su palacio, la princesa baja a los jardines. Allí se detiene en el estanque, al que arroja un puñado de piedrecitas para ver cómo se expanden las ondas y se escapan las carpas rojas que lo habitan. Sonríe de nuevo. La verdad es que su sonrisa es algo permanente en su rostro, y no podía ser de otra forma ya que todo en su mundo era perfecto, agradable.

Y sonriendo se dirige ahora a las caballerizas, donde la espera su palafrenero para ofrecerle las riendas de su yegua favorita para su paseo diario hasta las montañas azules.

Todo, todo es perfecto en su mundo. Pero... ¿qué es ese ruido? Vaya, ya ha vuelto a sonar el despertador y tu sueño de la princesa se corta bruscamente en tu mente. Por un instante piensas en ella, en esa princesa rodeada de lujos y comodidades, viviendo en un mundo de ensoñaciones en el que no pueden entrar ni el mal ni la fealdad. Y te preguntas por qué esa vida no es posible, y por qué debes seguir madrugando y haciendo todos tus trabajos sin esa sonrisa que a ella tan poco le costaba arrancarse.

En fin, hay que hacer frente a la realidad y lanzarse a otro día frenético. Pero antes de levantarte de la cama te giras, y le ves ahí, a tu lado, mirándote con esos ojos en los que reconoces las ilusiones de todo un pasado y las esperanzas de todo un futuro. Y ahora asoma la sonrisa a tu rostro.

Te acabas de levantar y te diriges como siempre, de forma automática, a la habitación donde duermen tus hijos. Y les ves dormir, abrazados entre sí y con sus peluches preferidos, en un caos de sábanas, brazos y piernas en el que destacan sus caritas. Y tu sonrisa se ensancha.

Y es ahora cuando te das cuenta que no echas de menos la vida de la princesa de tu sueño. Porque ella no tiene a tu familia. Tampoco a tus amigos. Y piensas que tal vez su sonrisa, la sonrisa de esa princesa perfecta, no sea sino una máscara para ocultar su vacío. Por un momento sientes pena de la princesa, que no puede conocer la alegría que te embarga cada vez que te encuentras con esos ojos y esos cuerpecitos.

Y definitivamente te olvidas de ella y del sueño que una vez ocupó cuando escuchas, a coro de tres voces, un "Felicidades, mamá" que muda tu sonrisa en una lágrima de emoción.

Para Mónica en su cumpleaños. Si la conocéis, felicitadla. Si no la conocéis... peor para vosotros.

18 mar 2010

El efrenterio - relato

Caray, ya estamos otra vez. He llegado al curro y me he encontrado con la ilegible nota de mi jefe. La verdad, no sé por qué me molesto en intentar entender algo, soy incapaz de leer nada con sentido. ¿Habla de mí o de algún ser alienígena? Al final pido ayuda a un compañero experto en lenguas prohibidas, pero tampoco. Chico, qué nota endemoniada. Y lo peor es que parece importante. Pero ¿de qué va el asunto?.
Pido auxilio a otras dos personas que pasan por ahí, pero todo es en vano. Lo único que he conseguido es crear a mi alrededor un grupo de gente confusa, cada cual dando su versión extraña de lo que puede decir la famosa notita. Joer con la letra.
Bueno, un esfuerzo más de nuestras neuronas y conexiones sinápticas y... al ataque. ¿Qué coño dice aquí de un "efrenterio"?. Joder, yo pensaba que dominaba el idioma castellano pero este tío es un crack. Claro, por eso es el jefe. Bueno pues, entre todos los reunidos ya hemos determinado que la palabra clave es "efrenterio". Vamos a por más. Esto parece una "y", pero hay quien opina que es una "p". Peor aún, para otros dos que se acaban de unir al pandemonium parece ser sólo un garabato que se le ha escapado a nuestro boss. De momento consensuamos en dejarlo como tal garabato, así que tras quince minutos de discusión seguimos tan sólo con la palabra "efrenterio".
Y eso que el mensaje parece serio. ¡A ver si va ser algo realmente importante!.
Uno de los confusos habitantes del círculo de lectores que hemos creado tiene la genial idea de dividir las tres líneas del texto (aunque algunos creen que se trata de cuatro) en grupos que, por separado, intentarán darle un sentido.
Como la idea no parece del todo descabellada, nos ponemos manos a la obra. Fotocopiamos el texto original, lo repartimos, y empezamos de nuevo. Siempre con la palabra "efrenterio" como única descifrada. A propósito, qué demonios debe ser el efrenterio. Lástima no tener a mano un diccionario, porque lo que es en el google no sale (nuestro bienamado jefe tiene mayor dominio del idioma que google, y por eso le admiramos).
El grupo de la primera línea hemos conseguido lo que parece una traducción aproximada. Y eso es algo digno de alabanzas, ya que como el vocablo "efrenterio" está a caballo entre las líneas 2 y 3, no teníamos ningún punto de salida. Al final, la línea queda fijada en "Foz corrituras genial de hoy". Bueno, algo es algo y vamos avanzando por el buen camino. Pero no veas tú el dominio del idioma que gasta el jefe, y la cantidad de palabras que conoce.
El grupo de la segunda línea no quiere ser menos y aprovechando que el de la tercera anda perdido, se apropia de la palabreja "efrenterio" para ponerla como parte de su línea y llega así a crear el texto "frsileas de efrenterio mezcotentes".
Bueno, ya casi tenemos el texto. Es lo bueno del trabajo en equipo. "Foz corrituras genial de hoy frsileas de efrenterio mezcotentes". No está mal. Lástima que nadie entienda nada. Pero no desesperamos, seguro que una vez traducida la tercera línea a idioma humano todo adquiere un mayor sentido y la luz inundará nuestro cerebro. Hay que decir que a estas alturas ya hemos decidido que las líneas a traducir son solo tres, y que lo que parecía ser una cuarta se trataba tan solo de la firma.
Tras unos minutos tensos, en los que las negociaciones parecían abocadas a desembocar en alegres puñetazos y demás muestras de violencia, el tercer grupo llegó a una traducción de "buenos días serafín". Coño tú, son los únicos afortunados a los que ha tocado para traducir una línea de palabras castellanas normales.
Al final, con el esfuerzo de todos y tras unos 50 minutos de duras discusiones y negociaciones, tenemos las instrucciones que nuestro jefe dejó sobre mi mesa para hoy. Sí, ya no hay duda de que sus órdenes son "Foz corrituras genial de hoy frsileas de efrenterio mezcotentes buenos días serafín".
Ahora sólo falta esperar a que venga y pedirle que nos diga, pero mirándonos a los ojos, qué narices espera de nosotros, que ni sabemos lo que es un efrenterio ni nos interesa gran cosa. Debe ser porque no somos jefes.

PD: Con cariño para nuestro jefe, que ha inspirado este relato.

3 mar 2010

CAMBIO CLIMATICO - relato

Las noticias eran cada vez más desalentadoras. Escasez de agua en ríos y embalses, deshielo de los polos y glaciares, desertización de grandes masas de tierra... Llegó un momento en que la gente empezó a creer que todo aquello iba en serio. Y no porque algún "genio", con más de caradura que de científico, lo pregonara a los cuatro vientos, sino porque empezaba a ser algo palpable.
Las crisis económicas pasaron a segundo plano. También las noticias sobre violencia en sus numerosas vertientes (de género, sobre padres, sobre hijos, sobre propios y extraños -pero, ¿qué le pasaba a la gente?-). Los políticos y sus mentiras dejaban de tener relieve en las tertulias. Y todo para tratar de un único tema: cambio climático.
Y claro, cuando se hablaba de ello se refería uno a cambio a peor. Se hacía con ello realiad el dicho de que nada cambia para bien, y el clima no iba a ser la excepción.
Pasaba el tiempo y la población cada vez estaba más preocupada. Pero tal vez era tarde. Ya no había tiempo a cambiar hábitos de conducta, o a pretender retornar la naturaleza a antiguos esplendores. No, ya no había tiempo. Incluso los tiempos de rezar habían pasado en unas sociedades cada vez más apegadas a lo material, despreocupadas de todo lo que no fuera el placer personal y egoísta del YO y AHORA.
No había tiempo para nada, salvo para vivir los últimos tiempos como señores de este planeta que en ningún momento fue nuestro.
Pero... sucedió. Porque los milagros suceden aunque los dioses no existan (¿no existen?).
Las parejas dejaron de tener hijos. Las prácticas anticonceptivas dieron lugar a un vacío generacional que, más que tal vacío, se convirtió en una ausencia. Llegó el momento en que dejaron de nacer criaturas humanas, y con ello y sin saberlo permitimos al planeta recuperar sus posibilidades de seguir albergando vida.
Bien es verdad que las últimas generaciones disfrutaron de todo lo que se consideraba como guay y cool. Que se dejó de pensar en el futuro porque no había nadie a quien legárselo. Que dejó de importar, de forma ahora ya definitiva, el mañana, para pensar tan sólo en el hoy y ahora.
Y aquí me tenéis, último representante de una raza antaño dominadora de un mundo que nunca fue nuestro. Pensando en cuántas veces nos equivocamos y llorando por un pasado que no puedo cambiar. Aquí estoy, el último de los seres humanos, escribiendo líneas que nadie leerá porque ya no hay otros. Y escuchando, como sonido de fondo, el suspiro de alivio de todo un planeta que sabe que con mi despedida, comienza su verdadera existencia.

17 ene 2010

Pingüinos 2010


7 de Enero de 2010. Iniciamos el viaje hacia Valladolid (vía Segovia) tan llenos de ilusión como cada año. Nos esperan unos 900 kilómetros de carretera, y tan solo nos preocupa el tiempo. De hecho todos los noticiarios hablan constantemente del temporal que nos azota.
Este año se nos ha unido otro futuro pingüino. Se trata de Carlos, un miembro del motoclub al que pertenece también Juan Manuel (krápulas).
Llegamos a Zaragoza sobre las 13:00. Nieva. Nieva tanto que me propongo volver a casa. Carlos no llegará a ser pingüino: definitivamente abandona. Los otros cuatro seguimos, intentando llegar a Segovia y al cochinillo que nos espera.
Y allá vamos. Juan Manuel, Fons, Josep, Pedro. Ruta a Madrid.
A unos 150 kms. de Zaragoza, ya pasado el puerto de La Muela, debemos parar porque el hielo se ha adueñado de la autovía. A mí ya se me han vuelto a congelar los dedos de la mano izquierda. Estamos parados junto con un grupo de motoristas de Mallorca, esperando la máquina quitanieves, y preguntándonos dónde acabaremos pasando la noche. La idea de llegar a Segovia ya ha desaparecido de nuestro horizonte (adiós cochinillo).
Llega la famosa máquina, y aprovechamos para seguir viaje. Sobre las 19:00 debemos para definitivamente. Estamos en una gasolinera de Alcolea del Pinar, a unos 190 kms de Zaragoza. Hemos tardado casi seis horas en hacer esos 190 kms. Ya no hay luz, y el hielo y la nieve vuelven a ganar terreno. Seguir es un suicidio. Paramos a dormir en el hotel que hay junto a la gasolinera y con ello descubro el misterio de saber quiénes son los usuarios de esos establecimientos. Somos nosotros.
Aclaración. En el acceso a esta gasoliera Juan Manuel ha caído con su moto, sin novedad. Antes, y en otra parada por hielo y nieve, Josep había caído dos veces en el mismo sitio. Y para colmo, un kilómetro antes del hotel Fons ha venido empujando su moto porque no podía acceder a un tramo de calzada sin hielo.
Tras la noche en el hotel, y después de ver todas las noticias sobre el temporal, decidimos volver a casa. No es que no nos atrevamos a ir. Es que no sabemos si podremos volver el domingo, ya que las noticias son cada vez peores.
Así pues volvemos a Zaragoza. En esta ocasión es el viento quien nos acompaña, no permitiéndonos velocidades muy elevadas. En un par de tramos de la autovía vemos los automóviles que han caído en las cunetas como consecuencia de la helada del día anterior. Y tan solo un par de grupos de motos que se dirigen a Pingüinos. Suerte, compañeros.
Nosotros llegamos a Zaragoza a mediodía, y decidimos pasar allí la noche. El aviso de temporal para Catalunya es preocupante para ese viernes, y no nos queremos arriesgar. Así que... a cenar lechazo en El Fuelle, un restaurante típico que nos han aconsejado en el hotel. La cena, fenomenal, nos quita en parte el mal sabor de boca por no haber podido llegar a Valadolid. Ese mismo día sabemos de otros que han llegado sin problema, pasando por Soria en lugar de por Madrid. Vaya, todo fué debido a un error en la ruta escogida.
Pero no importa. Nos hemos podido ver y pasar ratos agradables. Hay más pingüinos, y los kilómetros por recorrer son incontables.
V'sssssssssssssss

6 ene 2010

Reyes 2010

Cuando leáis estas líneas ya no estaremos con vosotros. De nuestra visita anual sólo quedará el recuerdo en forma de regalos. Mientras abrís los paquetes que os hemos envuelto con nuestra mayor ilusión, estaremos camino de nuestros hogares, pero con el pensamiento y nuestros mejores deseos en vosotros y para vosotros. Para los adultos, a quienes ya después de tantos años conocemos como a nosotros mismos. Para los dos menores, en cuya evolución hacia ser grandes personas tanto confiamos. De todo corazón os deseamos lo mejor en este año que ha de transcurrir hasta nuestra nueva visita.

No nos gustaría dejar pasar la ocasión sin daros algún consejo. Son nuestro último regalo y van envueltos con nuestro cariño. Tened paciencia, sed constantes y responsables. Mirad la vida a la cara y dad en todo momento lo mejor de vosotros mismos a aquellos que os rodean.

Hasta el próximo año. Saludos.

1 ene 2010

Fin de año 2009

Doce segundos. Doce campanadas. Doce deseos en doce segundos acompañados de doce campanadas.

Como cada año, el mismo ritual. Y también, como cada año, un montón de ilusiones agolpándose en su imaginación, pugnando unas con otras para hacerse un hueco entre las doce escogidas.

Como cada año, dejó de prestar atención a las campanadas y a las uvas. Como cada año se imaginó un futuro feliz, con toda le gente que le rodeaba compartiendo alegrías, esperanzas y sentimientos. Pero sabía que cada año era una repetición del anterior, con las mismas ilusiones y desilusiones, alegrías y tristezas. No obstante, siguió deseando con todas sus fuerzas que los próximos doce meses (¿y por qué no doce años, doce vidas?) todo fuera como él, desde lo más profundo de su corazón, deseaba.

Por él. Por todos aquellos a quienes quería. Por todos.

Y sonrió.